EXPOSICIÓN TIERRA DE BARDENAS

El paisaje de Bardenas Reales de Navarra, en constante cambio, ha sido durante siglos labrado por la erosión del viento, formando cada una de las hermosas esculturas naturales que contiene. Sus tierras, a pesar de su aridez, cobijan una abundante vegetación, que en primavera tiñen de verde el amarillo habitual.

Lugar de pasto de ganados y tierras de labradores, todo el que lo busca, encuentra cobijo entre sus límites.

El cierzo de nuestra tierra se encarga de seguir modelando este singular paisaje día tras día, produciendo el constante cambio que lo convierte en un lugar tan mágico como heterogéneo y pintoresco.

Tierra de historia, cobijo de forajidos y escenario de innumerables películas. Sus cielos han sido surcados por aviones e incluso dragones. Durante años, directores y productores de cine la han elegido para narrar sus historias. Ahora es el momento de contar la suya propia.

He elegido Bardenas para este nuevo proyecto como mi particular homenaje a esta tierra nuestra querida que me acoge en sus brazos siempre que quiero evadirme del ruido y la rutina diaria. Me regala además, cada vez que voy, visiones totalmente diferentes de sí misma. Podría pasarme toda la vida visitándola y nunca repetiría una misma instantánea. Creo que en ello reside la magia que a ella tanto me atrae.

Con la voluntad de avanzar y crecer como fotógrafa día a día espero poder seguir completando mi colección sobre Bardenas.

La presente exposición reúne un conjunto de 17 fotografías en formato 50 x 70 cm impresa en papel fotográfico y enmarcada con passepartout.

Muestra una recopilación de imágenes realizadas durante años y en distintas estaciones en el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Bardenas Reales de Navarra.

En las fotos se puede ver el parque natural en todo su esplendor. 

Podemos encontrar ovejas pastando en sus campos que son guiadas por los incondicionales pastores del lugar, que día tras día, independientemente del tiempo o el frío que pueda hacer, sacan de los corrales a sus rebaños.

También sus tierras llenas de nieve tras una copiosa nevada, laberintos erosionados interminables, el naranja de sus atardeceres, el verde de sus campos o sus balsas que atraen a la fauna sedienta.

Otras por el contrario muestran días grises, de esos en los que piensas que te vas a ir a casa calada hasta los huesos. Parece que va a caer un buen chaparrón, pero de repente se convierte en el momento de luz soñado por todo fotógrafo.

Monumentos conocidos, Castildetierra, Piskerra, el Rallón… todos ellos tienen sitio en esta exposición.

Son solo una pequeña selección de los cientos de imágenes que he ido recogiendo en el lugar. Por la espectacularidad del paisaje todas ellas podrían haber formado parte de esta exposición, pero no hay sala suficientemente grande en el planeta que dé cabida a todo ello.

Itinerancia